Paranoica llegada después de 6 años.

Dos siluetas se paseaban por las calles de Death City. Una era más alta y un tanto imponente que su pareja, quien abrazada a su brazo derecho caminaba tranquilamente. Un hombre y una mujer. Aquellas callejuelas se les hacían tan antañeras a la pareja, que iban a llegar los recuerdos fugazmente a sus ojos cuales balas de cazador.- Cariño, todo está igual que antes... Cuanta nostalgia. -dijo dulcemente la mujer mientras daba pasos lentos y gráciles. El varón le sonrió, mientras que acariciaba sus azabaches cabellos- Pues sí. Nada ha cambiado, de hecho el sol sigue igual de sonriente. -bromeó mientras él desviaba su mirada hacia arriba, para observar a las nubes que juguetonas trataban de ocultar al sol de los ojos mortales.

Leo metió los dígitos de su mano en el abrigo izquierdo de su abrigo de tres cuartos, acariciando la fina tela de gabardina de este para sacar una caja de cigarillos con esencia a chocolate. Orianne no se dio cuenta de ello, si lo hubiera hecho, un pucherito poblaría sus labios y una mirada acuosa se clavaría en la figura del pelirrojo. "No me gusta que fumes, te hace daño." Le repite una y otra vez cual madre preocupada. Soltó un suspiro, y volvió a introducir la caja de tubitos tóxicos en su bolsillo. "Princesa, te preocupas por nada." pensó Leo para sí.

De pronto, y en seco, la pelinegra cesó sus pasos. Una mirada severa se clavó al frente, no había mencionado nada pero esa sensación tan incómoda la perseguía desde que entró al territorio de la Ciudad de la Muerte. Obviamente no eran los malos recuerdos, era algo más... Algo con alma. El varón se detuvo suavemente y sus facciones se llenaron de desconcierto al observar a su princesa con semejante expresión.- Amor, ¿Qué ocurre? -susurró con cuidado. Orianne suspiró profundamente. Sí, se había percatado en esa fracción de segundo. Nos están siguiendo... Desde que entramos a la ciudad puedo percibir un alma que se mueve en nuestra misma dirección. ¿Tu crees que sea una emboscada? -Preguntó, ablandando sus facciones, viendo a los ojos de su amado cual niña temerosa. Observó ese dulce rostro que tanto le embobaba, y el varón concentró sus finos sentidos para percibir esa alma acosadora.- Si ese fuera el caso, amor, creo que nos hubiesen atrapado desde antes. Mantente alerta de todos modos. -sentenció y frunció el ceño. Efectivamente, no se equivocaba. Ambos, técnico y arma, se mantuvieron de pie, estáticos en la acera donde el silbido del viento perforaba sus oídos, y la agobiante soledad de la calle cada vez más les hacía levantar sospechas.

se acerca lentamente una figura de entre las sombras que se acerca a la luz y deja ver lenta mente su figura hasta que se ve su rostro

me acerco lentamente hacia la pareja y digo con una cara un tanto preocupada ,
no quiero lastimarlos me encuentro perdido y no encuentro la escuela shibusen soy nuevo y no conosco mucho la ciudad
(la verdad llevo viviendo en ella toda mi vida pero nunca e salido de mi hogar por miedo a las calles y sus peligros,solo veia timidamente por la ventana cerrada de mi cuarto preguntandome como seria a fueray eso era todo)

me que de a una distancia segura de ellos ya que no se como fueran a actuar,pensando que tal ves querrian comerse mi alma ,y eso doleria
me podrian ayudar les digo con bos insegura y me quedo donde estoi,sin confiar tanto en ellos ya que no se beian malas personas pero la verdad no los conocia

En menos de una milésima de segundo, la mujer ya tenía el filo de ambos cuchillos en el cuello del muchacho. Su mirada se había tornado lánguida y penetrante, fruncía el ceño y parecía contener la respiración. El rostro de la técnico estaba a unos centímetros de el del chico, hasta que pudo procesar lo que dijo. Sus facciones se ablandaron con un ligero toque de decepción, mientras que lanzaba con maestría ambos cuchillos hacia atrás. Estos se juntaron en el aire y dieron lugar al cuerpo del hombre.- Qué va, ¡Pero si solo eres un niño! Debes tener más cuidado la próxima vez, pude haberte lastimado -dijo Orianne preocupada.

Leo miró de arriba a abajo al muchacho. Muy tímido, muy inoportuno. Qué mala suerte debía tener. El posó su mano derecha en el hombro desnudo de su esposa por el corte de aquél vestido negro, para qué voltease a verla.- Amor mío, lo importante es que no era una emboscada y el está bien, ¿Cierto? -dijo calmadamente. Le regaló una sonrisa al muchacho, y con voz calmada, inquirió- Nosotros también vamos al Shibusen, es una extraña coincidencia, supongo... Ella es mi esposa, Orianne. Yo soy Leo, es un gusto -Orianne miró con un pucherito a su amado, casi como preguntándole por qué era tan calmado ante esas situaciones. Suspiró entonces, y volvió a mirar al menor.- ¿Perdido? No pareces de las afueras de la ciudad... Ah, y para la próxima no vuelvas a sorprender así, hay gente muy impulsiva que podría hacerte daño. Es por tu bien -dijo con tonito maternal. Al final sonrió, dándole a entender al muchacho que ninguno de ellos eran malas personas.-

una persona buelve despues de comprar algo de comer y ve una esena muy linda y se queda observandcon un devil soul protector y empiesa a pensar algo.
que envidia esa si que es una hermosa familia , no deben ser de aqui ,mejor le de un regalo de bienvenida
se aserca un momento a unos niños para pedirle que entregen un regalo de su parte

niños entreguen esto a esa familia que esta alli porfavor le doy estos caramelo a cambio

y se mete a una tienda con cuidado para observar y despues irse a entrenar al bosque solo esperando un poco ya que se molestarian y no confiarian y el observa a un vendedor preguntadole que desea comprar una cosa

claro quiero una amburguesa shinigami y una papas fritas bum y no olbide la salsa

dy empiesa a momer por un rato ya que se puso timido por el aura de ellos por eso el no pudo asercarse mas .

me quede pasmado al tener dos cuchillos tan cerca ,nunca me habria imaginado que hubiera gnte asi de habil ,despues de que me explicaron que eran buenas personas
comprendi que tal ves ellos tenian miedo de mi como yo de ellos y por eso actuaron asi
puedo seguirlos?-ahora ya sabia que eran buenas personas al parecer pero seguia timido(bueno tenia miedo)asi que me quede atras de ellos
despues de untramo de no hablar con ellos les dije ,y.yo quiero..ir a shibusen para no tener miedodespues me quede callado un momento.

La mirada de Orianne volvió a enfilarse, no era solo una, si no dos almas peculiares. Se frotó las sienes cual mujer estresada, por todas esas emociones fugaces.- Necesito un descanso... -dijo por lo bajo. El pelirrojo no dejaba de sonreirle a la criatura de allí en frente, y con un gesto de su mano izquierda inquirió- Claro que puedes venir, tengo problema con eso si eres un alumno -se dio media vuelta, y en un gesto un tanto meloso, posó su mano derecha en el hombro de su amada, abrazándola con cierta ternura.Ambos empezaron a caminar, lentamente, sugiriendo con sus ademanes al chico para que les acompañase. Orianne se recargó en el pecho de Leo como una gatita indefensa.

-Tantas almas arremolinandose en el aire me causan dolor de cabeza -era obvio que le costaba acostumbrarse a esa sensación después de 6 años fuera de la ciudad de la muerte. Leo metìó sus dígitos en la azabache cabellera de su mujer, acariciándola con ternura.- Calma ya, amor, no pasará mucho antes de que te acostumbres a esto de nuevo -susurró. Al mismo tiempo que miraba por sobre el hombre al chico para asegurarse de que les seguía.- Pero ya no son una, si no dos, y tres... ¡Creo que estoy delirando! -Se quejó aniñada.

Siguió hundiéndose en la jaqueca, ese dolor de cabeza comenzaba a hacerse más fuerte. Hasta que... - Leo, forma de arma. ¡Ya! -dijo saliendo de su dolor. El rostro sorprendido de su amado no le hizo el más mínimo efecto, y en menos de lo que podía visualizarse para el ojo humano se encontraba cubriendo al niño que les seguía, dándole la espalda, y con dos filos en las manos, amenazante.- Un brujo... ¡¿Qué pretendes con tanta etiqueta y formalismos?! ¡¿Y cómo sabes mi apellido?! ¡Mejor vete si no quieres que me lleve tu alma! -le gritó amenazante. Su ceño fruncido se notaba tan profundo, y su mirada igual, afilada y precisa. Se mantenía a una distancia prudente de aquella presencia hostil.

se queda observando un rato y deside ayudar un poco con movimiento rapido el lansa un hechizo resitandolo lo mas pronto posible y toma al niño en brazos y grita:

Destello Segador

lo toma en sus brazos y corre con el para dejarlo en un parque alejado del posible comabate dejandolo inconsiente en una silla de ese parque frente del shibusen .

con esto el niño estara a salvo, espero que con esto este niño no crea que todos los brujos somos malvados, mejor me boy a observar la situacion del combate

despues va corriendo para ver el resultado de la situacion y averiguar lo que ocurre

- ¡¿Pero qué...?! ¡Oh, maldita sea! ¡Otro lío más en el que no pedí ser incluida! -gritó como histérica al no ver al chico cerca del lugar. Una gotita bajó su sien, mientras que una de sus venas malvadas palpitaba furiosamente. Sus ojos se habían nublado de negro, y su rostro miraba al piso, meditando las opciones. A) Golpear al brujo B) Golpear al brujo C) Golpear al brujo.- No la hagas enojar, no la hagas enojar... -susurraba desde el espacio donde sólo las armas pueden existir, poblado de negro absoluto con unos cuantos brillos de colores.- ¡¡Es todo!! -tomó a su interlocutor por el cuello y empezó a golpear su cabeza con su mano libre, con la palma abierta, cual madre enojada con su hijo travieso. Los cuchillos cayeron por acción de la señora Gravedad, y antes de caer formaron la figura del hombre, de porte elegante. Esta vez la gotita recorrió la sien de él, observando aquella escena con una digna cara de póker, perplejo.- Oh Dios, se enojó -

- ¡¡No te creo nada, brujo de pacotilla!! Simplemente me has metido en una trampa, ¡¿No es así?! Una traaaampa -decía paranoica mientras que ambas manos se estacionaban en el cuello del chico, el verdadero, para ahorcarle de la forma más chistosa posible.- Pequeño... Demonio... -gruñía cada vez que la cabeza del pobre muchacho se tambaleaba de adelante hacia atrás, por acciones de la física, amiga de la señora Gravedad.- Vas a matarle, cariño -dijo Leo con una sonrisa forzada, mientras que el rostro de Orianne seguía histéricamente tenso.- Esa es la idea. ¡Muere, muere ahorcado! -Le gritaba esta vez al ajeno. Leo se dio una palmada en la cara, y pensó para sí "Odio cuando actúa de esa manera."

mmmm...ho...que hago aqui??
me pregunto a mi mismo mientras volteo y veo que no hay nadie cercas,impactado me doy cuenta de que una ves mas estaba solo ,no era la primera ves ni seria la ultima
pongo una cara triste por un momento y luego recupero mi estado original pensando que si yo no hacia algo nadie lo haria por mi ,pero estaba solo ....
lo soñe recuerdo las caras de las personas que vi y sus espaldas caminando enfrente de mi ,despues recuerdo que me indicaban que los siguiera
pero como llegue aqui
desconsertado me levanto y vuellbo a ver a mi alrededor estaba en un lugar publico aunque no sabia donde no pude llegar soñandolo
despues de divagar en mimente por 2 minutos me decidi a moverme de hai ya que preferia irme a quedarme ya que no conocia nada de la ciudad mientras dianbulo me susurro a mimismo no tener miedo,no tener miedoy recuerdo que iba al shubusen para poder entenderme ,controlarme y no tener miedo como repetidamente me decia aunque iba dewcidido no sabia adonde iba solo decidi caminar derecho hacia enfrente mio hasta topar con un crize o una pared o algo,camido y recuerdo imagenes de mi pasado y la razon de como descubri que soy un arma cosa que me producia algo de confucion {ser un arma o no serlo}
por lo cual aun no me decidia como iba a manejar dicha cituacion o como me tratarian los demas.
en eso escucho el ruido de un gato tirando una bolsa de basura de un vote,me da un escalofrio en la columna y hecho a correr cuanto no me di cuenta pero vi que alguien estaba enfrente de mi mientras corria,el sol lo contrastaba asi que no sabia quien era esa persona pero me estaba acercando a ella mientras lo veia

el brujo penso y penso asta desidir bolver donde el niño el lo vio y se apiado y regreso donde el niño
y estira su mano para ayudarlo a aserse mas fuerte

pequeño seamos amigos, yo jamas te traisionare

esperando la respuesta del niño ya que el era amable ,distinto a otros brujos

la figura era la de un brujo que se le hacia algo familiar cuando llege donde el estaba me pare en frente asstado y con respiracion agitada veia la cara del brujo que sentia una emenacion de magia extraña proviniente de el yo...me perdi le dije a aqueya figura enfrente de mi entonces el estiro su mano hacia mi y dijo que jamas me traicionaria palabras que escuche como un eco y recorde a las otras personas con las que estaba amables pero que no estban aqui
no tener miedo jie susurrando me con la cabeza abajo y despues tome la mano de aquel hombre confiando en el y en que no bolveria a estar solo


{me retiro del tema}